¿Quién dicen los hombres que es el Hijo del Hombre?

¿Quién dicen los hombres que es el Hijo del Hombre?  Mateo 16:13

“¿No es éste el hijo del carpintero?” Así preguntaban algunos a la hora de escuchar la enseñanza del Señor Jesucristo y contemplar su identidad.  Otros presenciaban los milagros que Jesús hacía y llegaban a la conclusión que era Elías del Antiguo Testamento que había sido resucitado.  Otros creían que era Jeremías u otro profeta que había resucitado.  También para algunos solo era un maestro o simplemente uno que ayudaba a la gente.  Y, lamentablemente, unos cuantos creían que era un impostor, un fraude, un blasfemo o un insurgente.  Pero, ¿quién es el Hijo del Hombre?  Y, personalmente para usted, ¿quién es el Señor Jesucristo?

Hoy en día muchos dudan de la identidad del Señor Jesucristo.  Algunos creen que era un buen maestro que vino con el fin de enseñarnos a vivir y morir.  Otros piensan que era un profeta, un simple mensajero de Dios.  Tristemente, otros niegan su deidad y la santa trinidad al enseñar que es un ángel, un ser creado, cuando la Biblia enseña que es el Creador y el Dios eterno.  Hay muchas opiniones, pero lo que vale es lo que Dios dice en su palabra, la Biblia.  Cuando Jesucristo le hizo la pregunta a sus discípulos, el apóstol Pedro dio una respuesta digna de estudiarse.  Él dijo: “Tú eres el Cristo, el Hijo del Dios viviente”.

En su respuesta Pedro nos proporciona dos de los muchos títulos de Jesús: “el Cristo” y “el Hijo de Dios”.  Solo haremos unos pocos comentarios sobre el título “el Hijo de Dios”.  Aunque fue el apóstol Pedro el que hizo esta rotunda afirmación, es el apóstol Juan el que emplea el título “el Hijo de Dios” más que cualquier otro escritor en el Nuevo Testamento.  De hecho, Juan escribió su evangelio con el fin de convencernos de que Jesucristo es el Hijo de Dios.  “Pero éstas se han escrito para que creáis que Jesús es el Cristo, el Hijo de Dios, y para que creyendo, tengáis vida en su nombre” (Juan 20:31).

Desde su primer capítulo Juan nos enseña que Jesucristo es Dios manifestado en carne, el Verbo hecho carne, Dios entre los hombres.  Así que el título “el Hijo de Dios” es una afirmación de la deidad del Señor Jesucristo, es decir, que Él es Dios.  Así lo entendieron los judíos en Juan capítulo 9, porque al escuchar al Señor Jesucristo decir: “el Hijo de Dios soy”, tomaron piedras para apedrearlo, diciendo: “tú, siendo hombre, te haces Dios”.

Lo segundo que aprendemos en el evangelio de Juan en relación al título “el Hijo de Dios” es que sin creer en el Hijo de Dios no hay salvación.  De hecho, “el que no cree, ya ha sido condenado, porque no ha creído en el nombre del unigénito Hijo de Dios” (Juan 3:18).  ¿Cree usted en el Hijo de Dios? (Juan 9:35)  Tal vez usted diga: “¿Quién es, para que crea en él?” (Juan 9:36)  Es el Señor Jesucristo.  Ojalá pueda decir hoy: ‘Sí, Señor; yo he creído que tú eres el Cristo, el Hijo de Dios, que has venido al mundo” (Juan 11:27). Y “el Hijo de Dios, el cual me amó y se entregó a sí mismo por mí” (Gálatas 2:20).