Cristo Jesús vino al mundo para salvar a los pecadores

¿A usted le gustaría recibir un mensaje de Dios?  Creo que la mayoría de la gente diría que sí. Entonces, si usted dice que sí, la segunda pregunta sería: ¿Lee la Biblia?  Pregunto porque la Biblia es la palabra de Dios y es a través de la Biblia que Dios se comunica con nosotros.  Sin duda alguna Dios le tiene un mensaje y quiere comunicárselo a usted.  ¿Lo descubrirá? ¿Estará dispuesto a leer la Biblia?

Daremos una corta explicación del versículo para que usted capte el maravilloso mensaje que Dios le tiene. Dice: “Palabra fiel y digna de ser recibida por todos: que Cristo Jesús vino al mundo para salvar a los pecadores, de los cuales yo soy el primero”,  1 Timoteo 1:15. 

Lo primero que hay que notar es que el autor está por anunciar una palabra, un mensaje, y quiere que sepamos que esa palabra es “fiel y digna de ser recibida por todos”.  Fiel quiere decir “confiable”, o sea, que podemos confiar en el mensaje que la Biblia nos tiene porque es la palabra de Dios, y Dios no puede mentir. 

Lo segundo que aprendemos acerca de la palabra es que debe de ser recibida por todos.  Eso indica que todos tenemos la responsabilidad de recibir o creer el mensaje que Dios ha declarado confiable.  No recibir la palabra es hacerle a Dios mentiroso.  Agregar a la afirmación de Dios es rechazar su palabra.  ¿Ha recibido usted la palabra de Dios?  Pero quizás usted dirá: ¿qué dice la palabra o cuál es el mensaje?

El mensaje es: que Cristo Jesús vino al mundo para salvar a los pecadores.  No hay suficiente espacio para desglosar adecuadamente el mensaje. Sin embargo, fíjese en la preexistencia de Jesucristo, porque el versículo dice que “vino al mundo”.  El Señor Jesucristo es el eterno Hijo unigénito de Dios que fue hecho carne cuando vino a este mundo (Juan 1:1-14).  Luego vemos el propósito de su venida.  Él vino a salvar, no ha condenar (Juan 3:17,18).  ¿Salvar de qué?  Salvar del pecado (Mateo 1:21).  El pecado es: poderoso y esclaviza al pecador (Juan 8:34); un delito contra Dios y condena al pecador (Efesios 2:1); y un poder que radica en nuestro ser (Romanos 7:17).  Así que Jesucristo salva del poder del pecado, de la condenación del pecado y, en el futuro, de la presencia del pecado.  ¿Tiene usted pecados?  ¡Necesita ser salvo de su pecado!  Lo último que vemos son las personas a las cuales Jesucristo vino a salvar.  Él vino a salvar a los pecadores. Fíjese que no vino a salvar a personas que se creen buenas o justas, sino a los pecadores.  ¿Es usted pecador? Cabe mencionar que para salvar al pecador Jesucristo tuvo que morir en el lugar del pecador para sufrir su castigo y llevar su pecado., Por su gran amor, el Señor Jesucristo lo hizo voluntariamente cuando fue crucificado.

El texto termina con estas palabras: “de los cuales yo soy el primero”.  ¿Qué quiere decir el autor?  No quiere decir que fuera el primer pecador salvo sino que el autor se califica a sí mismo como el peor pecador.  Sí, el hombre que creía que era el peor pecador fue salvo, y hoy está en el cielo.  ¿Cómo? Cristo Jesús vino al mundo para salvar a los pecadores.  Estimado lector, si usted será salvo, el único mensaje que Dios le tienes es: “que Cristo Jesús vino al mundo para salvar a los pecadores”.  ¡Esta es una palabra fiel y digna que usted la reciba!